“Por la quimioterapia, perdí cejas y pestañas recuperar mi expresión me ayudó a sentirme mejor y a seguir adelante"
"Cuando me diagnosticaron el cáncer y me explicaron el tratamiento a seguir, mi primera pregunta fue: “¿Se me caerá el pelo?” Considerando la gravedad de la situación, sé que mi aspecto era lo de menos, pero esa fue mi reacción y supongo que refleja hasta qué punto nos importa la apariencia. Once días después de mi primera sesión de quimio, efectivamente, se me cayó el pelo. En lo que no había pensado era en las cejas y las pestañas, que siguieron ese camino unos meses más tarde. Recurrí a maquillarme, cada vez más, hasta convertirlo en una máscara. Pero cada mañana, al verme en el espejo, volvía a encontrarme una cara sin expresión. Con lo duro y doloroso que puede ser el tratamiento, verse tan mal y tan diferente no ayuda. Empecé a mirar por internet y descubrí la micropigmentación, pero no estaba convencida del todo. Entonces conocí a Maribel. Fui sólo para informarme y empezamos a hablar. Me quitó el maquillaje que llevaba y me dibujó unas cejas, guián dose únicamente por mis facciones y por su experiencia. En seguida comprobé que sabía lo que hacía, me sentí comprendida y en buenas manos y eso me dio confianza. En un momento ya tenía mis nuevas cejas. Y la línea de los ojos también. ¡Sentí que mi rostro volvía a estar completo! Fue un alivio, a partir de ahí, pude seguir con mi proceso sin tener que perder energía sufriendo por mi aspecto. Ojalá lo hubiera hecho antes."
